El
torneo de promoción fue dominado de principio a fin por
Verónica Fernández, que con sus continuas
victorias restó emoción a la lucha por el primer
puesto. 8'5 de 9 es un gran resultado, aunque no todas
las partidas fueron sencillas para la ganadora, en dos
de ellas se dejó la dama en la apertura, aunque supo
aprovechar los errores de sus rivales para terminar
remontando. Sólo otra chica, Teresa Muñoz, había
logrado el triunfo en este torneo durante las 27
ediciones anteriores, por lo que la victoria de
Verónica es un bonito ejemplo que demuestra que existe
igualdad entre niños y niñas, sólo hay que tener
dedicación y ambición... y el ajedrez lo demuestra
constantemente.
Sólo participaron dos chicas, pero ocuparon los dos
primeros puestos de la clasificación, ya que Ana
González finalizó en 2º lugar tras jugar el mejor
torneo que yo le recuerdo y lograr victorias de mérito
(como la lograda ante el segundo clasificado masculino). Carlos González
ocupó el tercer lugar y fue el primero entre los
chicos. Su torneo fue irregular, como todos los que
juega Carlos, pero su juego estuvo a buena altura si
exceptuamos errores puntuales que tiene que ir puliendo
durante este curso. Samuel Sevilla y Álvaro
Castellote empataron en el tercer puesto y lo
hicieron de la forma más ajustada: se enfrentaron en la
última ronda y Álvaro logró la victoria en una
partida muy igualada (Álvaro mostró mucha solidez con
piezas negras refugiado en la defensa francesa, la cual le
dio buenos resultados). Se jugó un desempate de
partidas a 7 minutos, ya que el desempate por bucholz para tan pocos
participantes no tiene mucho sentido. La primera se la
apuntó Samuel con claridad, la segunda fue para Álvaro
y la tercera y definitiva fue a parar para Samuel, que
logró el mate en una posición de claro dominio en la
que fue situando todas sus piezas alrededor del rey
enemigo en una gran estrategia de ataque. Mi
enhorabuena para ambos por la calma y lo bien que
jugaron estas partidas relámpago.
Creo que podemos felicitar a todos los participantes,
todos estuvieron a un gran nivel, aunque tal vez la diferencia
la marcó la experiencia. Ciprián Lazar
podría haber logrado un mejor resultado ya que
consiguió ventaja
en casi todas sus partidas, pero varios descuidos le
costaron puntos muy importantes. Manuel Ortega también
mereció llevarse alguna medalla, incluso haber luchado
por el primer puesto en el apartado masculino, pero una
derrota en la última partida, cuando tenía mucha
ventaja, le costó bajar cuatro puestos... la próxima
vez podrá desquitarse.
De nuevo los más peques demostraron que son los que
más disfrutan con el ajedrez, los que mejor digieren
las derrotas y los que mejor se relacionan con sus
rivales: todo un ejemplo de como aprovechar todo lo
bueno del ajedrez.
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